Angelina Flores Zepeda (30) cursa su último semestre en ingeniería en administración, trabaja en la sucursal de Monte Patria, IV región y a los 17 años, yendo a un salón de billar con unos amigos, descubrió que se le daba con facilidad embocar las famosas bolas de billar o pool, comúnmente conocido. Eso la hizo recorrer salón tras salón de billar de su ciudad hasta inscribirse en su primer torneo nacional, donde unos seleccionados chilenos la vieron jugar y la reclutaron inmediatamente para participar en el circuito nacional de mujeres. Un año más tarde salió del país a representar a Chile en los panamericanos, llegando a ser tercera en el ranking nacional y clasificando a dos panamericanos más a lo largo de su carrera. Este 8, 9 y 10 de octubre participará en el Torneo Nacional de Billar que se efectuará en la ciudad de Santiago. Esta es su historia:
¿Cómo comenzó tu interés por el billar, ¿qué te llevó a elegir esa disciplina?
«Yo creo que es un don heredado. Mis padres me dejaron a la edad de un año con mi abuelita. Los busqué cuando tenía veinte y ahí supe que mi abuelo materno, quien murió días antes de yo saber de él, era uno de los mejores jugadores de pool en Chile, sus fotos estaban en todos los salones del país, ahí pude conocer su rostro, sentir la pérdida de alguien que me pudo haber apoyado o que podríamos haber jugado juntos. Me queda seguir su legado fuera de Chile, ya que él nunca pudo salir por problemas económicos».
¿Qué es lo que más te gusta del billar?
«Lo que me gusta de este deporte, aunque la gente tiene una mal perspectiva de él, es que es un deporte muy elegante, desde el momento que tienes que jugar formal con pantalones de tela, camisa y tacones negros (las mujeres). Además hay que tener mucha precisión y utilizar las matemáticas, es un deporte muy mental y disciplinado, que no cualquiera puede jugar y al que le gusta le sirve mucho para su día a día, para enfrentarse a situaciones donde, con la mente, sepa resolver y tomar decisiones exactas».
¿Qué esperas en el futuro, ¿cuáles son tus expectativas?
«Espero ser la mejor de Chile y, por qué no, la mejor del mundo, aunque sé que lleva dedicación y entrenamiento. En lo económico también cuesta un poco, pero sé que podré logarlo, que con mis habilidades podría llegar a hacerlo.
Me gustaría, además, poner un salón algún día, donde la gente pueda ir a disfrutar un café y ver desde su mesa un buen partido de billar, como existe en otros países que he recorrido, que acá en chile aún no se ve».
Cuéntanos sobre tus logros en competencias y cómo te sientes con ello.
«Antes de la pandemia me dedicaba 100% a mi deporte, llegando a ser 3° en el Ranking Chile, clasificando en tres oportunidades a panamericanos de Argentina, Uruguay y Perú. Ahora, después de tres años (me había retirado), estoy retomando las competencias y necesito ir a varios torneos nacionales para lograr clasificar a los panamericanos.
Estos logros, además de alegría y satisfacción para mí, es también poder darle una alegría a los que creían en mí y no defraudarlos en cada torneo, lo que también es muy difícil, sentir esa presión de todo el apoyo de mi gente y los auspiciadores que me ayudaron a cumplir mi sueño de representar a chile en varias ocasiones fuera del país. Siempre estaré muy agradecida de cada uno de ellos.
Es una sensación de nerviosismo y orgullo, llevar la bandera de tu país y representarlo en distintos
lugares. Esa pasión quiero seguir sintiéndola y poder dar lo mejor de mí en cada torneo».
¿Cómo ha sido retomar el billar después de haberlo dejado y cómo te ha ido en tu regreso?
«Bueno, yo me retiré justo cuando comenzó la pandemia, por temas de estudio, trabajo y además
soy mamá de una pequeña de 12 años. No me alcanzaba el tiempo para poder entrenar y seguir con mi pasión, así que tuve que dejarlo. Ahora curso mi último semestre de ingeniería en administración y mi trabajo es más estable en el banco, se me hace más liviano poder retomar este deporte que tanto amo.
Este año es poco lo que he podido entrenar, ya que tuve que vender mis implementaciones por problemas económicos y ahora, de a poco he ido comprándome implementación nueva para poder estar al nivel de las otras mujeres panamericanas.
Estoy feliz y me siento muy afortunada de poder retomar lo que más me gusta y apasiona».
Le deseamos todo el éxito del mundo a Angelina, en este torneo y en todos los que vengan. Puedes contar con nosotros, Angelina!
¡Vamos Pooli!
Próximo objetivo los Panamericanos